Las musas

19 Días han pasado desde que me propuse empezar esto del blog...al menos no han pasado además 500 noches, lo cual podría haberme convertido en un mero reproductor...ejem, en "tan sólo un transmisor" de las ideas de algún gran poeta de la canción... Es más complicado de lo que pensaba, no es el hecho de tener tiempo para escribir algo lo difícil, ni tampoco el tener algo que contar...lo difícil es conjugar esas dos condiciones en un mismo instante, ¿será eso lo que llamaban "inspiración"? Algún día haré una canción cuyo título ya tengo: "Serpiente de ciudad", pero hasta que llegue ese día, me contento con ir comprendiendo pequeñas cosas, como este misterio de la dualidad idea-tiempo, que eleva a la categoría de genio, al menos ante mis ojos, a aquellos que son capaces de escribir diariamente. Cosas legibles e interesantes, se entiende, que aunque tiene mérito escribir todos los días, si el tema es una crónica de cómo ha pasado uno de la ducha al tazón de leche, y de ahí al coche, del que ha salido para sentarse en su oficina...en ese caso el mérito está más en la paciencia para escribir algo que ya te sabes de memoria y que con toda probabilidad se va a repetir infinidad de ocasiones con muy pocos matices.

Ahora, a esperar que la idea y el momento vuelvan a coincidir en un mismo espacio, y mientras tanto, a viajar, me esperan las arenas del desierto, las pirámides, y la infatigable labia de mi viejo amigo egiptólogo.